sábado, 4 de octubre de 2014

PGJ de Guerrero: aún sin identificar, cuerpos hallados en fosas clandestinas

En conferencia de prensa en la que participó el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, el fiscal general estatal, Iñaki Blanco, confirmó la existencia de fosas clandestinas en Iguala.

Iguala, Gro. El gobernador Ángel Aguirre Rivero confirmó el hallazgo de varias fosas en los parajes de Pueblo Viejo y en Loma del Coyote; pero aseguró que hasta el momento es imposible saber cuántos cuerpos son y la identidad de estas personas.

En una conferencia de prensa en Chilpancingo el mandatario estatal reconoció que el hallazgo de estas fosas es parte de la investigación que se realiza para dar con el paradero de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos desde el pasado sábado, pero dijo que sería muy irresponsable decir que se trata de ellos.

Hasta el momento aseguró que van 30 detenidos de los policías municipales de Iguala que asesinaron a tres normalistas, un deportista, un chofer y una mujer el pasado sábado en esta ciudad. Además, se desconoce el paradero del alcalde José Luis Abarca.

Las inmediaciones del los puntos en donde están los servicios periciales buscando los cuerpos está resguardado por elementos de la Marina, militares, y policías estatales. El gobernador, junto con el procurador de Guerrero, Iñaky Blanco Cabrera, aseguraron que realizarán las pruebas de ADN, con el apoyo de la PGR, con los familiares de los muchachos que se encuentran desaparecidos, para saber si trata de ellos. Confirmó que en los hechos del pasado sábado aparte de los policías municipales participaron elementos de la célula criminal Guerreros Unidos.


Los elementos periciales del estado de Guerrero, sólo permitieron a los reporteros llegar hasta el punto conocido como las parotas en Pueblo Viejo. Al lugar ingresaron en la tarde tres carrozas de servicios fúnebres, además de seis visitadores de la CNDH. En la ciudad se ve más presencia policiaca estatal y militar y hay helicópteros de la PGR sobrevolando la ciudad de Iguala.

FUENTE: LA JORNADA.
AUTOR: Gustavo Castillo/SERGIO OCAMPO

#SOSIguala. Fosa clandestina en Iguala; aún se ignora sí ahí están los normalistas desaparecidos

Hay un número indeterminado de cuerpos, informa el procurador Iñaki Blanco y agrega que sería irresponsable asegurar que se trata de los estudiantes.

La búsqueda de los normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos hace una semana, tuvo este sábado un primer resultado: una fosa clandestina en Iguala.

El procurador de Justicia de Guerrero, Iñaky Blanco, informó que en la fosa, ubicada en la colonia La Parota, de Iguala, hay un número indeterminado de cuerpos.


Dijo también que se ignora si se trata de los normalistas desaparecidos. “Sería irresponsable” asegurar que se trata de los estudiantes desaparecidos -expresó el procurador-, su identidad se establecerá mediante los correspondientes perfiles genéticos.

FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.

Renuncia también el secretario general del IPN

Los alumnos celebran asambleas para analizar la respuesta que el gobierno federal dio a su pliego petitorio.

El número dos del Instituto Politécnico Nacional siguió el camino de la número uno y renunció el sábado 4 de octubre.

En tanto, los alumnos realizaron asambleas en diferentes escuelas del Instituto, para analizar la respuesta que la Secretaría de Educación Pública dio a su pliego petitorio. Las posturas fueron desde quienes desean reanudar ya las clases y quienes plantean sumar a sus demandas la autonomía del IPN.

Por su parte, la SEP informó que  Fernando Arellano Calderón, secretario general del Instituto Politécnico Nacional, presentó su renuncia al titular de la SEP, Emilio Chuayffet Chemor, misma que le fue aceptada”.


La renuncia de Arellano Calderón se suma a la de la ahora ex directora de la institución, Yoloxóchitl Bustamante Díez, ocurrida esta semana.

FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.

Osorio Chong dialoga con estudiantes, pero desdeña a madres de Juárez

MÉXICO, D.F. (apro-cimac).- Mientras el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, respondía a las demandas de los estudiantes del IPN, desdeñó a madres de mujeres desaparecidas y asesinadas en Ciudad Juárez, Chihuahua, pese llevar 11 días en plantón y huelga de hambre.

Esta tarde, atrás del templete donde el priista se dirigía a los jóvenes y cercadas por una valla de seguridad, estaban Berta Alicia García, Malú García Andrade y Silvia Banda Pedroza, integrantes de la organización Nuestras Hijas de Regreso a Casa. Esperaban hablar con el funcionario federal para entregarle, como los estudiantes, su pliego petitorio.

Este jueves las mujeres chihuahuenses fueron citadas por funcionarios de la Segob –de quienes omitieron sus nombres– a las dos de la tarde en las oficinas alternas de la dependencia ubicadas en el Paseo de la Reforma. Sin embargo, nadie las recibió.

Sin perder la esperanza, se trasladaron a la sede de la avenida Bucareli, donde se encontraron con el contingente politécnico que esperaba la respuesta del titular de Gobernación a sus demandas.

Al terminar la reunión con los politécnicos, Osorio Chong bajó del templete y cruzó la valla que separaba a la multitud de las madres de Ciudad Juárez.

Berta Alicia sacó las pocas fuerzas que le quedan –ha tenido que ser asistida por paramédicos debido al deterioro de su salud por el prolongado ayuno— y corrió entre los la multitud de jóvenes y reporteros para alcanzar al funcionario. No obstante, elementos de seguridad que acompañaban a éste impidieron que se le acercara.

Así se desvaneció la oportunidad de pedir al segundo hombre más importante del Poder Ejecutivo que se sumara a los compromisos que hace un año la Fiscalía Especial para Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra) de la Procuraduría General de la República hizo con ellas para crear una base nacional de datos de personas desaparecidas, un banco genético, la contratación de peritos argentinos para la identificación de cuerpos y dar apoyos para las familias de las víctimas.

El pasado 23 de septiembre, Berta Alicia García –cuya hija fue desaparecida y asesinada en 2006 en Ciudad Juárez–, junto con Malú García Andrade y Silvia Banda Pedroza instalaron un plantón afuera de la residencia oficial de Los Pinos e iniciaron una huelga de hambre para exigir que autoridades federales cumplieran con los acuerdos signados en 2013 en demanda de justicia por los casos de feminicidio en la urbe fronteriza.

Ante la indiferencia del presidente Enrique Peña Nieto, las mujeres llevaron su protesta a las inmediaciones de la Segob el pasado 1 de octubre. Quisieron aprovechar la “voluntad” de Osorio Chong con los estudiantes politécnicos para ver si a ellas también las atendía, pero no fue así.

Entonces lamentaron que el funcionario priista sólo atienda llamados “cuando se trata de miles de personas” y no de tres madres que viajaron desde Chihuahua en representación de todas las víctimas de feminicidio en la entidad y en el país, y que llevan 11 días en huelga de hambre.

Recordaron que el pasado 1 de octubre, la titular del Consejo Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), Alejandra Negrete Morayta, y el de la Unidad de Derechos Humanos, Víctor Manuel Serrato Lozano –ambas instancias de la Segob–, prometieron iniciar el jueves 2 de octubre mesas de negociación para que hoy pudieran levantar el plantón, pero incumplieron lo pactado.

No obstante, advirtieron que a pesar de los múltiples engaños e indiferencia que padecen, continuarán en huelga de hambre hasta que las autoridades federales se comprometan a cumplir cada una de las 10 demandas que conforman su pliego petitorio.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ANGÉLICA JOCELYN SOTO

#SOSIguala La criminalización de los normalistas rurales

Una de las características más llamativas de la historia de las normales rurales es el aire esperanzador con que sus alumnos describen su estancia allí. La posibilidad de estudiar, vivir en colectivo, las excursiones, encuentros deportivos y culturales, y la explicación que su estudio y activismo da al por qué de la pobreza, hacen de estas instituciones experiencias de vida formativas. Las normales rurales son el camino hacia una profesión digna y, a veces, otorgan, despiertan y cultivan el derecho a soñar.

Desde el poder, se pinta otra historia: una en la cual las normales rurales son reliquias del pasado, centros de agitación y espacios de ocio juvenil. Las demandas que hacen los alumnos para el mejoramiento estructural de las normales son vistas con agrio desprecio. ¿Con qué derecho estos chavos plebe se atreven a exigir un lugar privilegiado en el país?, es la implícita pregunta de la mayoría de los medios masivos cuya visión hace eco de los que detentan el poder.

Los conflictos en las normales rurales aparecen así con un enfoque en los métodos y las acciones de protesta, como si éstos fueran meros caprichos o un afán por obstruir el orden. Se borran la lógica y la necesidad de las acciones de lucha; se pasan por alto los ideales y el legado histórico que los normalistas defienden. Así tiene que ser. Abarcar contexto, ondear en la correlación de fuerzas entre jóvenes normalistas y el estado o problematizar de una forma honesta la falta de oportunidades educativas, obligaría a una seria reflexión del presente y el futuro de un país donde, cada vez más, ser joven, de extracción pobre, es ser un criminal.

Lo que han hecho continuamente los estudiantes de las normales rurales, y lo que hacían los normalistas de Aytozinapa el pasado 26 de septiembre, es defender con empeño un derecho histórico. Que el saldo de estas acciones sea seis muertos, uno de ellos vilmente torturado, y hasta el momento 43 desaparecidos, evidencia los resultados de un discurso que lleva años criminalizando a los jóvenes de estas escuelas.

La agresión oficial ante estas instituciones educativas no es nada nuevo. Desde la presidencia de Manuel Ávila Camacho fueron abandonadas y sobrevivieron gracias a las movilizaciones de sus alumnos. Las autoridades muchas veces se vieron obligadas a negociar con ellos, a otorgar algunas concesiones. Pero había también represalias: los alumnos eran expulsados, se les cerraba el comedor o se les cortaba la luz y el agua; a muchos les retiraban las becas. En 1969 el presidente Gustavo Díaz Ordaz, cuya paranoia lo hacía ver como enemigos a los jóvenes, clausuró 15 de las 29 normales rurales.

La caracterización que se les hizo como nidos comunistas, kínderes bolcheviques y semilleros de guerrilla perduró. Habría que recordar las declaraciones de Elba Esther Gordillo en agosto de 2010 sobre la necesidad de cerrar estas escuelas: No se olviden que las normales rurales han sido semilleros de guerrilleros, si no hacemos esto van a seguir con lo mismo. Poco antes había propuesto que las normales rurales se convirtieran en instituciones que formaran técnicos de turismo, una lógica neoliberal que concibe de México como un centro vacacional donde los que antes impartían conocimiento ahora servirían a turistas extranjeros.

Pero deshacerse del legado revolucionario e implementar un proyecto neoliberal ha sido ante todo un proceso violento: la represión a los ferrocarrileros, petroleros y electricistas a mediados del siglo XX, la histórica persecución de campesinos e indígenas que defendían su derecho a la tierra, los estudiantes en los 60 y los cívicos guerrerenses en los 70, los que militaron en las campañas democráticas de lo que fue el PRD a finales de los 80 y principios de los 90, los zapatistas de Chiapas, la rebelión de Oaxaca, son algunos ejemplos de resistencia popular que el Estado ha enfrentado con mano dura.

La agresión hacia las normales rurales se inscribe en esta historia. Hagamos un recuento de algunos hechos desde principios del siglo XXI.

En febrero de 2000, poco después de que la PFP tomó la UNAM poniendo fin a su huelga estudiantil, en la normal rural de El Mexe se dio otra ocupación policial. Pero allí los habitantes de la región se rebelaron, capturaron a 68 de los policías y sólo los liberaron a cambio de los 350 jóvenes que habían sido encarcelados durante la toma de El Mexe. Este acto no se les perdonó. En 2005 se anunció el cierre de esta normal rural.

En 2007, cuando los alumnos de Ayotzinapa tomaron las casetas de la Autopista del Sol exigiendo que se les garantizaran plazas de trabajo, fueron violentamente desalojados. De esa acción resalta una imagen captada por Pedro Pardo que vívidamente expone la correlación de fuerzas. Publicada en primera plana de La Jornada el 1º de diciembre de 2007, la foto muestra a un joven normalista, forzosamente postrado boca abajo sobre el asfalto, bajo una enorme bota de la Policía Federal Preventiva. Quizás fue un presagio a la violencia que cuatro años después vivirían los jóvenes de Ayotzinapa cuando sobre esa misma carretera yacerían los cuerpos de dos normalistas, esta vez sin vida, otra vez por demandar recursos para su institución educativa; otra vez por exigir su derecho.

Ojalá estos fueran incidentes aislados. Pero los gobernadores, sean de PRI, PAN o PRD, tienen a muchos jóvenes que reprimir. En Michoacán, que pudiera considerarse la cuna del normalismo rural, en noviembre de 2008, 133 estudiantes de la normal rural de Tiripetio fueron detenidos –no sin defenderse– al intentar trasladarse a Morelia en camiones que habían tomado. Las fotos son una vez más dramáticas: gases lacrimógenos, patrullas incineradas, palos, piedras y bombas molotov.

Pero las vidas de los normalistas parecen valer poco. Se les asesina deliberadamente o por negligencia, por ejemplo, el incendio en la normal de Tiripetío en enero también de 2008, donde dos jóvenes murieron calcinados en los tan abandonados dormitorios de la escuela.


El gobierno lleva décadas atacando las normales rurales; lleva décadas matando los sueños, ideales y principios de los que allí estudian. Pero, al parecer, ya no basta con eso. Ahora, en vísperas de la conmemoración de 68, había otra vez que asesinar jóvenes. ¿Cómo caracterizar un orden social que criminaliza a su juventud? En Centroamérica son las maras, en Palestina los jóvenes que arrojan piedras a los tanques, en las urbes Estados Unidos son los afroestadunidenses. En México ¿son ahora los jóvenes de las normales rurales?

FUENTE: LA JORNADA.
AUTOR: Tanalís Padilla

Familiares de normalistas desaparecidos en Iguala convocan a marcha nacional

El próximo miércoles protestarán por la lenta evolución de las investigaciones y exigir que los jóvenes aparezcan

AYOTZINAPA. Familiares de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, Guerrero, desaparecidos en hace una semana convocaron hoy a una marcha nacional para el próximo miércoles para protestar por la lenta evolución de las investigaciones y exigir que los jóvenes aparezcan.

Reunidos en la escuela para maestros de primaria a la que pertenecen los jóvenes, las familias anunciaron que van a marchar “para exigir que aparezcan con vida” y que “se esclarezcan los hechos” de la noche del viernes de la semana pasada.

Hoy se cumple una semana de la desaparición de los estudiantes, a quienes se les perdió la pista después de una noche de violencia en la ciudad de Iguala, tras la que murieron seis personas, entre ellas tres estudiantes, y 25 resultaron heridas.

Por estos hechos fueron detenidos 22 policías locales, quienes presuntamente dispararon contra los jóvenes por razones aún desconocidas, aunque no se descarta que el crimen organizado pueda estar también detrás de estos hechos.

Otros 43 se encuentran desaparecidos y no hay pistas sobre su paradero, salvo que algunos testigos vieron que eran subidos a varias patrullas por los mismos policías que los atacaron cuando viajaban en varios autobuses privados, que habían tomado ilegalmente para regresar a sus casas tras una colecta.

Los familiares cuentan con el apoyo de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que va a hacer un paro el mismo día en varios estados de la República para solidarizarse.

En la charla que tuvieron hoy con la prensa, un padre que no quiso identificarse pidió que se agilice la búsqueda “porque hay cámaras (en las) que sale cómo los policías se llevaron a los muchachos en las camionetas”.

En la escuela se encuentran, además de los familiares de los desaparecidos y de sus compañeros estudiantes, diversas organizaciones como de la CNTE, la Sección 22 de Oaxaca, estudiantes de la Autónoma de Guerrero e integrantes de la policía comunitaria de Tixtla.

Los estudiantes de las normales rurales, internados en los que estudian principalmente jóvenes indígenas campesinos, declararon anoche una huelga estudiantil indefinida hasta que aparezcan sus compañeros.


Por otro lado, para exigir la aparición de los jóvenes, un grupo de alumnos tomaron una de las casetas de cobro de la autopista Oaxaca-México, una protesta que todavía permanece.

FUENTE: 24 HORAS/EFE.

Suman 20 cuerpos en tres fosas clandestinas en Iguala

IGUALA, Gro: Hasta el momento han sido encontrados 20 cuerpos en tres distintas fosas clandestinas en Iguala, según las autoridades.

El hallazgo de las fosas provocó esta mañana un impresionante despliegue de elementos policiacos en esta ciudad.

Fuentes oficiales señalaron que el lugar fue ubicado gracias a la declaración de un detenido quien refirió que en el punto se encuentran varios cuerpos.

Las fosas están ubicadas en el punto conocido como Pueblo Viejo, en las inmediaciones de las colonias Jardines del Valle y Las Parotas, al noroeste de Iguala.

Las labores de exhumación de cadáveres continúan en un operativo encabezado por el procurador Iñaky Blanco, quien llegó al lugar aproximadamente a las 13:30 horas.

Las autoridades realizan trabajos periciales para determinar si es que se trata de los normalistas desaparecidos.

Esta mañana la Procuraduría local implementó un operativo de búsqueda de los 43 normalistas de Ayotzinapa que permanecen desaparecidos desde la semana pasada.

‎Cerca de las 11:00 horas, un impresionante convoy partió de la capital de la entidad, rumbo a la ciudad de Iguala.

‎Éste estaba conformado por una treintena de patrullas de la Policía Ministerial, así como personal del Semefo y brigadistas de Protección Civil Estatal.

‎Fuentes oficiales informaron a Proceso.com que autoridades ministeriales localizaron un punto donde presuntamente se encontraban los normalistas desaparecidos.


‎El convoy arribó cerca del mediodía a Iguala.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: EZEQUIEL FLORES CONTRERAS.